Todos los años somos abordados con las llamadas tendencias y los supuestos cambios que definirán el andar del sector, ¿pero realmente son el hilo negro?; a veces seguir nuestro instinto y apelar al sentido común (el menos común de todos los sentidos), puede resultar mucho más viable de lo que pensamos. Por eso el equipo de Factor Meetings desglosó algunas de estas directrices, cuestionándolas sin pelos en la lengua, pero argumentándolas; lo que dio como resultado las ANTITENDENCIAS.
Al final, usted lector, lectora tiene la última palabra.
En la industria siempre se habla de hacer benchmarking, este concepto se define como un proceso en el se evalúan las mejores prácticas en procesos, productos y servicios de las empresas que consideramos como los mejores competidores a fin de aplicarlos o en las nuestras. Esta práctica se ha vuelto tan común, que a veces pareciera que se hace un vil “copy paste” de los procesos; y en el peor de los casos se replica tal cual, sin saber de lleno si esa estrategia es viable para nuestra organización. Lo peor del caso es que muchas veces no fomenta la imaginación y mucho menos la competitividad entre las empresas. Entonces, sí, hagamos benchmarking, pero hagámoslo sabíamente.
Si bien mucho se habla del papel de la tecnología en los eventos y lo relevante que pueden ser esta dentro de los mismos; resulta curioso seguir escuchando que el contar con una APP así como con elementos de apoyo visual o acústico de una mejor resolución o nitidez, son la novedad tecnológica dentro de un evento. Cuando la tecnología que hoy refieren los expertos en los eventos, no es otra que facilitar el acercamiento del conocimiento a los asistentes es decir, contar con una correcta red de wifi para los asistentes, acceso a las presentaciones de los conferencistas al término de sus ponencias por medio de los dispositivos móviles, conferencias silenciosas o bien registros sin filas entre otras cosas. En otras palabras: pensar, planear e invertir qué es lo que requiere su evento, ya que «el engaño es una elección, no un error».
Retomando un poco el benchmarking y las tendencias que año con año exhiben grandes estudios, lo cierto es que si bien pueden existir estas líneas que guiarán a determinada industria, también es cierto que no todas empatan para todos. Sí, vivimos en la era de la globalización, pero aterrizar las tendencias globales en regionales o locales pareciera una mejor jugada entendiendo que el mercado, el entorno, social, económico e incluso político son factores que frenarán o incentivarán esas tendencias. Entonces, lo cierto es que por muy globales que sean las tendencias, siempre diferirán con las necesidades de una ciudad como la de Canberra, o como la de Ankara o como la de Buenos Aires.
Las creación de apps han sido tendencia desde hace varios años. Cuando recién se colocaron en el top of mind de las personas, aun si saber a ciencia cierta de qué se trataban, muchas empresas y asociaciones solicitaban al menos una cotización para agregarla a su oferta; sin embrago a veces por ir con la corriente se choca contra la pared, pues al conocer el valor del desarrollo de una app (por muy sencillita que sea), puede implicar una gran inversión. Además muchas veces se puede replicar información en esta herramienta que ya tenemos en nuestra página web, eso claro, si no se entiende que la app es un elemento puede y debe dar valor agregado a un evento. Evaluar su implementación nos ahorrará tiempo y dinero si de antemano definimos bien su utilidad.
Los speakers son elementos esenciales dentro de un evento, son proveedores de conocimiento y experiencias que nutren y ayudan abrir el panorama sobre determinado tema. Sin embargo, muchas veces los organizadores o el mismo cliente no le da el valor que un speaker nacional puede brindarle a su encuentro, pensando que un orador internacional puede dar más renombre a su foro; dejando de lado que el expertise de un nacional que se enfocará justamente en temáticas o problemáticas que se adecuan más a las necesidades específicas de su lugar de origen. Es como cuando vemos a jugadores de nacionales triunfar en ligas como el Real Madrid o el Barcelona; entonces, ¿Por qué no los aprovechamos cuando los tuvimos aquí?
6. «Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ve perdido»: Aprovechando las asociaciones.
Las asociaciones de la Industria de Reuniones tienen como objetivo ayudar a los profesionales del rubro, por medio de la colaboración conjunta y la compartición de información, recursos y experiencias. Ciertamente, la tendencia en México es la del incremento del número de profesionales que se unen a alguna asociación, no obstante, el potencial de estas organizaciones no es dimensionado como debería y las ventajas de ser socio no son valoradas o percibidas. Todos están dentro de una asociación, pero no son conscientes de las oportunidades que representa el ser parte de esta.
En cada evento de la industria hablamos del binomio Reuniones – Industria, pero en la realidad qué tanto buscamos esa comunión. En los eventos del sector escuchamos largas charlas al respecto, cuestionamiento y posibles acciones, pero hasta dónde los empresarios desde su trinchera se han puesto a trabajar más a fondo con las industrias de sus países y no solo trabajar sino entender el tema, no olvidemos que ¡Es parte de nuestro negocio! Conocemos a pocos que lo comprenden… pero deberíamos ser más.
Sabemos que el Meeting Planner es el encargado de estar al pendiente de cada aspecto del evento de principio a fin, sin embargo, lo que hoy necesitan los clientes es caminar de la mano de un asesor, en pocas palabras fungir como un aliado en todo momento. Que nuestro cliente sienta que si nos topamos con el éxito o el fracaso (toco madera) estará una persona a su lado que podrá con su experiencia salir avante. Además, la asesoría en los aspectos económicos, podrán asegurar tu permanencia en la organización del evento algunos años.
Si bien la colaboración y apoyo gubernamental en la Industria de Reuniones ha contribuido a facilitar un mayor posicionamiento a nivel internacional. No olvidemos que la industria per se, fue creada y desarrollada por la Iniciativa Privada, y aunque hoy nuestro sector vive una transformación en que la contracción económica y de inversión marcarán la primer década del siglo XXI; es indispensable continuar con ese reconocido instinto de creación, adaptación y acción que por años, a la IP le ha distinguido. De modo que buscar alianzas, tomar decisiones y encontrar áreas de oportunidades, será responsabilidad de la industria y no del gobierno, por lo que quedar por debajo o supeditado a este, traerá consigo retroceso e inevitables consecuencias. Pues ‘al ojo del amo engorda el caballo’
Vaca que no da leche, que no te ensucie el corral. El Sobrinity Manager Todo el tiempo escuchamos que nuestra empresa y sobre todo el evento que estamos organizando tienen que estar en el mundo digital de las redes sociales y ¡es verdad! Pero ya sea nuestro evento grande o pequeño, o nuestra empresa una micro o pequeña, siempre aparece la persona que nos recomiendan o se ofrece a ayudarnos en este mundo donde tener más likes ya no es lo más importante, ni postear cada hora para que todo nos “vean” es lo ideal, y es donde la figura del Sobrninity Manager hace su aparición. Persona o familiar con poco o nulo conocimiento sobre redes sociales, que por el hecho de ser millenial se convierte de la noche a la mañana en un experto en comunicación virtual, con la capacidad para ser el intermediario entre la empresa y nuestros clientes o evento. Pensar dos veces antes de aceptar una persona sin experiencia en Social Media nos evitará cometer errores y varios dolores de cabeza durante nuestro evento o empresa.