La Industria de Reuniones ha encontrado en Chiapas un espacio donde la naturaleza, la cultura y la infraestructura se combinan para crear experiencias únicas. En los últimos años, el estado ha fortalecido su presencia como destino MICE; diversificando su oferta y consolidando su capacidad para recibir eventos nacionales e internacionales de gran escala.
En entrevista para Factor Meetings, Víctor Bermúdez, director general de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) Chiapas, explica que una de las estrategias más importantes ha sido definir la vocación de cada destino dentro del estado, para así ofrecer experiencias más especializadas.
“Estamos haciendo una división de destinos para poder ofrecer exactamente para qué es especialista cada uno. Tenemos cinco destinos: Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal, Comitán, Tapachula y Palenque, y en cada uno estamos construyendo una oferta específica”, detalla.
En palabras de Víctor Bermúdez, en Tuxtla Gutiérrez, la capital, se concentra la mayor infraestructura para grandes convenciones. Cuenta con Expo Convenciones Chiapas, un recinto de 2 mil 400 m2, con un auditorio para 3 mil 800 personas, capaz de albergar congresos, convenciones y exposiciones.
“Existen salones privados, y un salón muy grande, el Expo Chiapas, que ofrece espacios excelentes para exposiciones”, comenta Bermúdez.
San Cristóbal de las Casas, por su parte, ha sido concebido como un destino ideal para convenciones e incentivos, gracias a su belleza colonial y su estructura urbana que invita al encuentro.
“Tenemos una oferta muy interesante, con hoteles en torno al Parque Central y salones que permiten pensar en una ciudad-centro de convenciones; con hoteles (más de mil 950 habitaciones en el destino) a dos o tres cuadras de los salones para sesionar, como los que ofrece el Centro de Convenciones Casa Mazariegos con capacidad hasta para 500 personas; o el CICAN (Centro Integral de Capacitación y Negocios) para mil pax . Eso nos da la oportunidad de competir para eventos muy atractivos”, señala.
Otro de los grandes atractivos es Palenque, joya arqueológica y natural de Chiapas, que ha sido integrada como parte de la oferta de turismo de incentivos. De acuerdo con el director general de OCV Chiapas, actualmente se tiene un vuelo con la aerolínea AeroBalam, el cual conecta a Tuxtla Gutiérrez con Palenque o Tapachula en 50 minutos, en un avión tipo Caravan.
«Es un vuelo escénico, vuelas a 12 mil pies y ves desde arriba las ruinas de Palenque, las cascadas de Agua Azul… todo, absolutamente todo. Está espectacular”, dice con entusiasmo.
Así, esta estrategia de especialización busca que cada región chiapaneca se enfoque en el tipo de evento que puede atender mejor, aprovechando su entorno y sus recursos.
Se corre la voz
El trabajo de promoción internacional también ha dado frutos. Durante IBTM 2025, Chiapas presentó una de sus delegaciones más numerosas en la historia del estado:
“Tuvimos 65 empresarios participando, una delegación muy grande, histórica. Nunca habíamos tenido esa cantidad de participantes. Queremos que todos se vistan de Chiapas, que el destino sea reconocido por la grandeza que realmente tiene”, comenta.
El concepto que define esta nueva etapa es “reconexión”, una palabra que, según Bermúdez, simboliza la esencia de la campaña de promoción.
“Queremos que los meeting planners reconecten con el destino, que todos reconecten con Chiapas y sigan llevando eventos a este maravilloso estado, que no solo ofrece infraestructura para congresos, sino lugares espectaculares para conocer.”
Sostenibilidad como identidad
Pero si algo distingue a Chiapas del resto de los destinos del país, es su compromiso con la naturaleza. El propio lema turístico del estado lo resume: “Chiapas, extraordinario por naturaleza.”
Desde la OCV, explica Bermúdez, se ha trabajado intensamente para que los prestadores de servicios entiendan que la vocación principal del destino es la naturaleza.
“Lo que queríamos era que los hoteles y todos los involucrados en el segmento entendieran que nuestra vocación es la naturaleza. Nuestro distintivo es la naturaleza, y a partir de ahí, empezamos a capacitar para protegerla, después de verla como un valor importante dentro de la oferta turística”, señala.
En este apartado, la OCV impulsa una campaña de concientización ambiental para que todos los involucrados en la industria turística asuman la responsabilidad de su entorno. Bermúdez comenta que el proceso aún está en una etapa de socialización, pero ya ha comenzado a generar resultados tangibles.
“En el Centro de Convenciones se cambiaron los aires acondicionados que tenían 31 años de operación. Imagínate el consumo que generaban. Ahora se instalaron equipos nuevos de bajo consumo con tecnología de chillers, que encienden los sistemas de manera paulatina, generando un ahorro energético muy interesante”.
En una segunda etapa, se prevé incorporar paneles solares para avanzar hacia una operación más sustentable. Además, se han implementado prácticas de manejo de residuos, reciclaje y composta.
“Creamos un vivero interno, un proyecto muy interesante porque es disruptivo: no es la función de un centro de convenciones, pero estamos creando plantas y aprovechando los residuos del propio recinto”, explica.
El propósito, insiste Bermúdez, es que cada actor del sector turístico identifique el área en la que puede generar un impacto positivo.
Un destino para reconectar
La visión de la OCV Chiapas combina la modernidad de la infraestructura con la autenticidad cultural y natural del estado, posicionándolo como un destino de encuentros con sentido, donde cada evento se convierte en una experiencia integral.
“Chiapas no solo ofrece salones o metros cuadrados de exposición”, enfatiza Bermúdez. “Ofrece identidad, hospitalidad, sabores, paisajes y una oportunidad de reconexión con lo esencial: con la gente, con la naturaleza, con uno mismo.”
Y es precisamente esa mezcla entre profesionalismo, belleza natural y conciencia ambiental la que está haciendo de Chiapas un referente en la industria de reuniones sustentable en México y América Latina.
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