A raíz de la pandemia de COVID-19, uno de los sectores más golpeados sin duda fue el de los eventos, en donde inclusive algunas empresas de este rubro tuvieron que cerrar, tras el cese de operaciones que, en algún momento se vislumbró como interminable.
No obstante, los estragos económicos producto del confinamiento social y de las restricciones sanitarias, se disipan hoy en medida que las distintas industrias refuerzan su reactivación; y el mismo caso ocurre en la Industria de Reuniones, con el regreso de las grandes ferias comerciales y exposiciones al formato presencial a los diferentes destinos de México.
En este sentido, Julio Valdés, director general en Cat Consultores, dialogó con Factor Meetings sobre la resiliencia que se tienen en los destinos para el sector de los eventos, ávidos de retomar actividades al 100%; si bien no en los niveles previos a la pandemia, sí en unos muy cercanos en cuanto a asistencia y generación de nuevos negocios, lo que impacta directamente en las economías de los destinos turísticos del país.
Doble coyuntura negativa para los destinos
“En esta coyuntura tan lamentable de la pandemia, creo que fuimos de los primeros sectores afectados, ya que nuestra palabra madre de dónde surge lo que hacemos, es ‘reunión’; y esto fue restringido por las autoridades en combate al coronavirus. De un día para otro se cerraron los eventos, los tour-operadores, los comercializadores de destinos. Todos lo vivimos de alguna manera. Para algunos fue más drástico. Puedo decir que acá en el norte, cerca del 90% de las empresas en esta industria se vieron afectadas; algunos pudimos sobrellevar las cosas con reuniones a distancia, y otras más tuvieron que cerrar”.
Al respecto, Julio Valdés afirma que la Industria de Reuniones fue la primera en cerrar a gran escala, y también una de las últimas en abrir. El sector vio impactos negativos de hasta un 75% en 2020, comparado con 2019, aunque tales pérdidas se redujeron al 50% durante 2021. Sin embargo, ala pandemia no fue el único lastre para los destinos.
“En el tema en donde yo me he desenvuelto últimamente es el de destinos, de las organizaciones de mercadeo de destinos que son conocidos como OCVs, fideicomisos, OCCs, etc. Nosotros también sufrimos otra coyuntura lamentable, pues tuvimos cambios en 15 gobiernos estatales durante 2021 y en prácticamente todos los ayuntamientos. Durante el primer encuentro de OCVs el año pasado, precisamente tuvimos el panel ‘Los retos de las organizaciones de mercadeo de destino ante los cambios de Gobierno’. Vimos una cantidad importante de OCVs que no terminaban por definir sus propios cambios”.
En palabras de Julio, esa mezcla no fue muy favorecedora para muchos destinos, en donde algunos sí salieron fortalecidos, pero en una buena cantidad de los destinos se tuvo demasiada incertidumbre.
“Tenemos un caso lamentable, el consejo de turismo en San Miguel de Allende, aunque no tengo la información completa, pero lo que sí sé es que, con el cambio de administración, prácticamente tuvieron que cerrar la oficina. Entonces, creo que la situación en cuanto a los destinos, aunado al decremento de los ingresos, porque acá se opera prácticamente con el fondo del impuesto de hospedaje y este también decreció en un promedio del 70 por ciento”.
Los eventos de gran formato al rescate de la IdR
No obstante, entre tanta penumbra y oscuridad para los destinos y su Industria de Reuniones, el regreso al evento presencial fue dándose de forma paulatina, un regreso que cobró cada vez más fuerza con la realización de los diferentes encuentros; primeros foros, conferencias petite comitte, y después exposiciones y congresos de miles de asistentes.
“¿Cómo veo yo las cosas? pues muy positivas. En en el tema de los eventos, aquellos primeros mensajes que enviábamos a mediados y a finales de 2020 eran que la recuperación vendría hasta el 2024, pensando en los niveles de 2019. Esas previsiones en muchos de los casos se fueron convirtiendo en adivinanzas, pues hoy ya los estamos viendo con más certeza este retorno; con el proceso de vacunación que avanzó en algunos lugares más rápido que otros, con la relajación de restricciones, en Nuevo León y en otras entidades ya no es obligatorio el uso del cubrebocas en espacios abiertos, por ejemplo”.
De acuerdo con Julio Valdés, las empresas de la IdeR aprendieron a ser mucho más eficientes, a optimizar mejor sus recursos, y en esta recuperación, por lo que el regreso se está dando con mayor, principalmente en los encuentros cara a cara. En la materia, el especialista señala que, de los eventos que se están llevando a cabo a nivel nacional, en León, en Ciudad de México, en Guadalajara, quizá ya estamos entre el 50 o 60% de lo que teníamos en eventos previo a la pandemia.
“Veo con mucha disposición desde el año pasado los eventos grandes, ferias y exposiciones principalmente. Expo Manufactura estuvo muy cerca de llegar ya a sus niveles de 2019, Expo Transporte también; Así también Expo Petrolera se acercó a los números del Congreso Mexicano del Petróleo […] En noviembre pasado tuvimos un panel con el coordinador general del Congreso de Mary Kay Cosmetics, que son 13 mil personas las que asisten; también con uno de los consejeros del Congreso Mexicano de Pediatría, que son 6 mil médicos, y con el organizador de Feria del Libro que son 250 mil visitantes. La verdad de las cosas es que todos ellos están ya ávidos de regresar al encuentro cara a cara”.
La suerte para empresas y eventos pequeños en los destinos
Pese al optimismo de Julio en torno a los eventos de gran formato, el panorama puede ser un tanto contrario con los eventos no tan grandes, pues estos no estarán generando las cifras monetarias necesarias para lograr subsistir en el corto y mediano plazo de la era postpandemia.
“Creo que, en los destinos, los principales damnificados son el tipo de organizaciones que alberga eventos pequeños. Ahí creo que va a seguir siendo el principal impacto, en aquellas empresas u hoteles que tienen salones pequeños o que van a segmentos de reuniones pequeñas. No sé si vayan a regresar, o quizá van a tardarse un poco más en hacerlo”.
Sin embargo, el tema de la digitalización de las reuniones ayudó en gran medida a los destinos en sus costos operativos para la planificación y realización de eventos. Por ese lado, se tiene una oportunidad de optimizar recursos, de generar eficiencia para finalmente redirigir las inversiones en aquellas áreas que permitan el mejor desenvolvimiento de las empresas.
“Tuve un cliente en el centro del país que me tocó atender afortunadamente en tiempo de pandemia, y afortunadamente porque todos deseamos tener clientes en esa época; y en una circunstancia normal, a ese lo habría visitado siete veces. No lo visité una sola vez, todas las reuniones fueron a distancia. Eso implicó grandes ahorros, porque eran reuniones de 5 o 10, personas, en las que no se gastó en 7 boletos de avión, ni en noches de hospedaje, ni en alimentos etcétera. Esto se extrapoló a las reuniones pequeñas, pues hoy ya tienen estas herramientas de virtuales, que propician su eficientes en esfuerzo y tiempo”.
Finalmente, Julio Valdés señala que todos tenemos este tema de la resiliencia, y si bien los eventos y empresas de gran formato estarán ya de regreso con bombo y platillo, los de menores dimensiones se tardarán un poco más por cuestiones de presupuesto y otros factores. A pesar de ello, el escenario de Julio también es alentador para estas pequeñas empresas y eventos, porque los destinos no dejarán al desamparo a ninguna de estas compañías.
“Los eventos de pequeño formato, las pequeñas empresas, ya sea por un tema de presupuesto, de ahorros, de eficiencia, son los que creo que se van a tardar en retornar, si es que regresan […] pero estoy seguro que, los hoteles Business de cuatro estrellas, junto a las organizaciones de mercadeo de destino, encontraremos la forma en la que puedan reorientar sus instalaciones a otros nichos de mercado”.