Sin duda pasar de 7.7 millones de toneladas de plástico a casi 8 millones de toneladas en tiempos tan complejos como el confinamiento y la paralización de tes cuartas partes de la economía mundial, es solo un privilegio que muy pocas industrias agiles y resilientes pueden lograr, y prueba de ello es el sector plástico de México.
Una industria que si bien ha sido mitificado por muchos otros rubros como el alimentario, el del vestido y por que no, el rubro turístico en todos sus sectores, hoy el plástico nos guste o no, está de nuestro lado para protegernos del contagio del coronavirus. Sino, dígame que tienen en común su botellita de gel antibacterial que carga en su bolsa o mochila, sus lentes o su mica, sus guantes desechables, esa bolsita donde coloca cosas que no deben contaminarse o que pueden ser susceptibles de contaminarse para después desinfectar, su cubreboca o que tal, aquellos recipientes o tuppers donde ha estado encargando su comida para llevar.
Y es que como en todas las crisis, que por qué no decirlo como es, hay sectores se han beneficiado y se beneficiarán -en el mejor sentido de la palabra- de este momento, y de estos podemos destacar el médico antes, durante y después de lo que será la comercialización, distribución y aplicación de la vacuna. Asimismo, el del envasado y productos de consumo. En tanto que los que tuvieron pérdidas significativas fueron el de la construcción o el automotriz.
Por lo que al igual que la Industria de Reuniones, el sector plástico, gracias a su versatilidad y adaptabilidad tuvo que readaptar sus procesos y productos para responder a la demanda originada por la pandemia en colaboración con el sector médico y científico para responder de inmediato a las necesidades de la población mundial en contra del Covid-19.
Desarrollándose de igual forma alianzas entre proveedores de materias primas, moldes y maquinaria con las empresas de manufactura, encontrando soluciones innovadoras para contener la pandemia, añadiendo turnos laborales para lograr producir la demanda de envases, como películas, botellas y tapas; productos de protección, como caretas, cubrebocas, tapetes y mamparas entre muchos otros.
Entorno económico del plástico en México.
Se estima que la Industria del Plástico en México cerrará el año con un incremento en volumen del 3 % para pasar de 7.7 millones de toneladas a casi 8 millones de toneladas. Adicionalmente, también se duplicó la importación de ciertos grupos de manufacturas, es decir, productos terminados cuya producción local no es suficiente para cubrir la demanda en México como es el caso de telas no tejidas para producción de ropa médica y cubrebocas, láminas y envases para comida para llevar, aunque las partes automotrices y productos para la construcción presentaron caídas.
Durante la pandemia, el papel esencial de los plásticos para la vida moderna y para los cuidados de la salud se hizo evidente y se convirtió en algo positivo, ya sea en las caretas faciales que los trabajadores de la salud utilizan, los recipientes para llevar comida que mantuvieron a los restaurantes a flote, los aplicadores para llevar a cabo las pruebas de COVID-19 o en las jeringas que servirán para aplicar las vacunas.
Y aunque este sector se ha visto con índices positivos en parte de sus sectores, aquí también se ha padecido de decisiones lamentables por parte del legislativo así como de la autoridades correspondientes toda vez que su política de energías ha sido ineficiente en cuanto a robustecer una cultura del reciclaje o producción de mejor calidad en los procesos plásticos, toda vez que se cuenta con la tecnología y las empresas que pueden desarrollar este proceso, sin embargo de la 4T, ha decidido dejar de lado a un gran aliado para una mejor desarrollo, proceso y reciclaje del plástico en México.
Por ejemplo, aunque a los plásticos se les acusa de ser los responsables de crear el problema de los desechos, los datos más firmes prueban lo contrario, en primer lugar, porque representan alrededor del 12% en peso de la basura. Está científicamente comprobado que otros materiales, como el papel, el cartón, los metales y el vidrio generan mayores cantidades de desechos.
A este respecto ‘por mucho que cueste creerlo’, México es líder en reciclado de plásticos a nivel mundial debido a que se reciclan el 30% de los desechos, contando con empresas de clase mundial para la realización de este proceso, no obstante, el costo del material reciclado es elevado debido a que los desperdicios que llegan a las plantas se encuentran en un proceso muy alto de contaminación (no están perfectamente separados), consecuencia de las malas prácticas de manejo de residuos además de los elevados costos de energía y servicios, a lo que suma la falta de incentivos a estas empresas por parte del gobierno nacional, y como si ocurre en otras partes del mundo.
En cuanto a la relación del plástico con la Industria de Reuniones, si bien esta última se ha “desmarcado” aparentemente del plástico en la utilización de botellas de pet, plumas, libretas y demás amenities. Hoy la Industria de Reuniones se encuentra llevando el plásticos a los eventos por medio de dispensadores de antibacterial, mascarillas, botellas de gel, lentes, caretas, páneles protectores, guantes, tapetes sanitarios, bolsas para proteger los controles remotos de televisión o del aire acondicionado y cubrebocas.
Y es que si bien el turismo y la Industria de Reuniones ha dejado de lado al sector de los plásticos, su alejamiento no ha sido de gran perdida para este sector al cual solo le representaba un 2 % de consumo de las 7.7 millones de toneladas de producción para el rubro de la hospitalidad, es decir; 150 mil toneladas. Por lo que más vale repensar a qué llamamos ecológico, biodegradable o sustentable, ya que hoy, la Industria de Reuniones está más que envuelta en una presentación plástica para la realización de sus eventos, protocolos y experiencias dentro o fuera del país.