El Día Internacional de la Mujer no es solo una fecha para conmemorar, sino un llamado urgente a la acción. A pesar de los avances en equidad de género, las mujeres siguen enfrentando barreras que afectan su bienestar y desarrollo profesional. La salud mental de las mujeres en el ámbito laboral está en crisis.
Según el informe Mujeres en el Trabajo 2024: Una Perspectiva Global, elaborado por Deloitte, el 50% de las mujeres considera que sus niveles de estrés han aumentado en el último año, mientras que una proporción similar está preocupada o muy preocupada por su bienestar emocional. A pesar de ello, muchas no reciben apoyo adecuado por parte de sus empleadores y no se sienten cómodas hablando del tema en su lugar de trabajo.
Carga laboral y doméstica: un doble desafío
El estudio de Deloitte destaca que el estrés laboral no es el único factor que afecta a las mujeres. La sobrecarga de responsabilidades en el hogar sigue siendo un obstáculo para su desarrollo profesional. El 50% de las mujeres que viven en pareja y tienen hijos asumen la mayor parte del trabajo doméstico, mientras que solo el 12% señala que esta carga recae en su pareja. Este desequilibrio no solo incrementa la fatiga mental, sino que también limita su crecimiento dentro de las organizaciones.
Un informe del Foro Económico Mundial (2023) respalda esta realidad, señalando que, en promedio, las mujeres dedican 2.5 veces más tiempo que los hombres a tareas domésticas y de cuidado no remunerado, lo que repercute en su capacidad para avanzar en el ámbito profesional.
Ambientes laborales inseguros y excluyentes
Otro hallazgo preocupante del estudio de Deloitte es la sensación de inseguridad que enfrentan muchas mujeres en su entorno laboral. Casi la mitad de las encuestadas manifestaron preocupación por su seguridad en el trabajo o en el trayecto a sus oficinas. Además, el 16% ha tenido experiencias de acoso con clientes y una de cada 10 ha sido hostigada por un colega.
Este panorama coincide con el informe Women in the Workplace 2023 de McKinsey & Company, el cual señala que las mujeres, especialmente en sectores dominados por hombres, enfrentan tasas más altas de acoso y discriminación, lo que impacta en su bienestar y en sus oportunidades de ascenso.
El peso del dolor ignorado
Más de una cuarta parte de las mujeres reporta problemas de salud relacionados con la menstruación, la menopausia o la fertilidad, pero la mayoría sigue trabajando sin recibir apoyo. De hecho, el 40% de las mujeres que padecen síntomas severos de la menopausia no busca ayuda o adaptación en el trabajo, una cifra que casi se ha duplicado respecto al año anterior.
Este problema ha sido señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda a las empresas establecer políticas de apoyo para la salud reproductiva y hormonal de las mujeres. Sin embargo, la falta de conciencia y las barreras culturales hacen que muchas trabajadoras prefieran sufrir en silencio antes que exponer su situación.
Flexibilidad y liderazgo: ¿un camino a la igualdad?
El trabajo híbrido ha traído beneficios, pero también desafíos. Aunque más mujeres reportan mejoras en la flexibilidad laboral, el 30% aún se siente excluida de reuniones y decisiones importantes. La falta de previsibilidad en sus horarios sigue siendo un obstáculo para la conciliación entre su vida personal y profesional.
Además, la cultura corporativa sigue frenando el avance de las mujeres. Deloitte encontró que una de cada cuatro trabajadoras no aspira a puestos de liderazgo debido al entorno empresarial desalentador. Sin embargo, en organizaciones con una cultura de igualdad de género, el 92% de las mujeres sí quiere crecer profesionalmente.
Este dato refleja la importancia de fomentar espacios laborales inclusivos y equitativos, donde las mujeres no solo puedan participar, sino también prosperar.
Finalmente, el informe de Deloitte refuerza la urgencia de repensar el mundo laboral desde una perspectiva de género. Más allá de la equidad salarial, las empresas deben abordar el bienestar integral de las mujeres, promoviendo ambientes de trabajo seguros, flexibles y libres de discriminación. Solo así podrán garantizar que las mujeres no solo permanezcan en la fuerza laboral, sino que también tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.
Fuentes: Deloitte. Foro Económico Mundial. McKinsey & Company. OMS
Asume funciones nueva presidenta de IAPCO y su consejo directivo