Hace unos días como es tradición de cada mes de febrero de todos los años, se llevó a cabo la ceremonia de los Oscars; uno de los eventos con mayor expectativa, pues siempre se está a la búsqueda de innovar para seguir captando más audiencia e interés por parte de expertos en cines y para los simples mortales sean cinéfilos o no.
¿Y esto qué tiene qué ver con la industria de reuniones?, pues a mi juicio todo. Porque aunque ya se tenga establecida una sede y un destino receptor, así como una lista de invitados, y la reunión póstuma a la ceremonia de la entrega de los premios, hay una serie de elementos que sí se observan bien, están marcando la tendencia para hacer eventos de esta talla y de muchas otras que se centran en dos vertientes: inclusión y apertura.
El factor sorpresa de la noche Eminem y Billie Eilish rompiendo brechas generacionales.
Y muchos lectores dirán ¿y ese quién es?, pues Emimen es un rapero, productor y actor estadounidense que a finales de los noventa y principios de la década del milenio se estableció como un ícono artístico, que encantó a su generación contemporánea, de ahí que en plena ceremonia de los Oscars 2020, los llamados “Chavorrucos” regresaran a su adolescencia cuando apareció en pleno escenario cantando “Lose Yourself”; canción que por cierto estuvo nominada y ganó como “Mejor Canción Original” en los premios Oscars de 2003 por la película “8 Mile” y la cual no cantó en esa ocasión porque la producción le pidió interpretarla en una versión censurada. Suceso que al final no pasó porque Eminem no asistió al evento.
¿Qué nos dice entonces que haya asistido en esta ocasión? Nos dice en primer lugar que el mundo ha cambiado de 2003 a 2020, pues se tuvo una apertura al comprender que en este momento las llamadas generación X y Millenial son las que están “vigentes” por decirlo de algún modo, pues son las que están tomando las riendas de la industria. Y que el factor sorpresa debe estar inmerso en cada reunión que se realice.
Recordemos que el contenido educativo, formativo o de entretenimiento de un congreso, una convención o exposición es vital para que ese foro trascienda y cause una expectativa de tal que manera al otro día sea recordado e incluso anhelado para la próxima edición. No porque precisamente vuelva a ir Eminem, sino porque la audiencia estará cautiva para la siguiente celebración de los Oscars al estar esperando ese factor sorpresa. ¡Quién sabe qué vendrá para ocasión!
En esa misma línea generacional, se presentó la “cantante pop del momento” Billie Eilish, una chica estadounidense de apenas 18 años, quién recientemente fue galardonada por los Grammys, debido a la música que interpreta, la cual literalmente fue creada en su habitación en conjunción con su hermano que también es músico. Tan solo hace falta ver las listas de popularidad de Spotify. Y aunque Billie propiamente no interpretó ninguna de sus canciones, sí se presentó con la canción de “Yesterday” de “The Beatles” a la cual le dio su toque personal. ¿Bueno y eso qué?
Nuevamente retomando el valor de la audiencia y sus nuevos miembros es necesario captar su atención con una artista como Billie, que en términos de la industria de reuniones se traduce en abarcar a la llamada generación Centennial; ya no se puede pensar en que lo que ayer funcionaba en un evento, deberá ser igual el día de mañana. Porque sino se conocen sus canales de comunicación o su lenguaje, difícilmente se podrá captar a ese público.
En resumen, en los eventos se debe pensar en términos de sí presupuesto, de viabilidad y logística, pero sobre todo de las personas que asisten a esos foros, sabiendo que la población más joven ya está empezando a interactuar en la economía de los países. Y la labor del sector de eventos está en entender cómo abordarlos y cautivarlos.
Menús diferentes, menús inclusivos
No es nuevo que los menús de los eventos han estado cambiando de acuerdo a la necesidades y creencias de los asistentes, ya sea porque son vegetarianos, o veganos, o intolerantes a la lactosa, o alérgicos a algún alimento, sino porque el hecho de abrirse a esta posibilidad puede repercutir en tener un evento más inclusivo.
Situación que también se vio reflejada en la cena de la Oscars 2020 en donde el 70% de la opciones culinarias eran vegetarianas con 18 platillos de este tipo para los 1,500 invitados que asistieron a la gala. Un hecho que por cierto también se replicó en la pasada entrega de los Golden Globes. Y aunque predominaron este tipo de platillos no se dejo de lado el caviar, el salmón y carne wagyu, platillos creados por el Chef de cabecera Wolfgang Puck.
¿Qué nos dice esto? Que otra vez la inclusión es fundamental en la realización de un evento, que las tendencias cambian y que quien organiza una evento debe escuchar y estar al tanto de lo que requiere su público.
Ganó Parasite, ganó la inclusión.
Muchos cinéfilos estaban a la expectativa de quién ganaría el Oscar para mejor película de 2020. Como es costumbre muchos adelantaron el resultado dando como ganador a una película de origen estadounidense: Irishman, Jocker, 1917, etc. Pero otra vez la gala de los Oscars dio la sorpresa al reconocer el trabajo de Bong Joon-ho, un cineasta de origen Surcoreano por su película “Parasite”.
El filme hizo historia, por ser la primera película en lengua extranjera que se ganó el anhelado premio en esta categoría (ya van 92 entregas), y no lo hizo solo una vez, sino cuatro veces al ser galardonada como mejor película extranjera, mejor dirección y mejor guión original. Si no la han visto, ¿qué esperan?
Otra vez la apertura y la inclusión fueron parte central de esta premiación, porque jamás se hubiera pensado que un hecho así ocurriera alguna vez, pero oigan estamos en el 2020.
Con todo y todo el rating fue el gran perdedor
Sin embargo y a pesar de todos los esfuerzos realizados para alzar el rating de la premiación, se debe decir que esta métrica fue la peor de la historia de los Oscars con un total de 23.6 millones de televidentes, un 20% menos que el año pasado de acuerdo con el medio especializado estadounidense Variety. A pesar de eso este evento sigue siendo el más visto de la temporada de entrega de galardones. ¿A qué se debió? ¿A la falta de un presentador por segunda ocasión? ¿A qué en general ha venido decayendo esta gala televisivamente desde hace varios años? Habrá que analizar otros canales para saber cómo le fue al evento.
Mientras son peras o manzanas, hay lecciones que nos dejan los Oscars, podemos aprender de ellas o simplemente desecharlas, o mejor aún acondicionar estas tendencias a los eventos que se realicen de acuerdo otra vez, a la necesidades de los públicos.
Datos extras de los Oscars:
- Los Ángeles inyectó a su economía 130 millones de dólares por los Oscars.
- El costo del evento fue de 44 millones de dólares.
Lista de ganadores