En un entorno profesional donde las exigencias se intensifican día con día, la resiliencia se vuelve una herramienta esencial para no sucumbir ante la presión. Esto es especialmente cierto en la industria de los eventos, donde la presión, la velocidad y la imprevisibilidad son parte del ADN del trabajo. Sin embargo, vivir bajo esta constante tensión no debe condenarnos al agotamiento.
Más allá del burnout, hoy se habla del rendimiento sostenible como un nuevo paradigma. Se trata de lograr una alta productividad sin comprometer la salud mental ni la calidad de vida. La resiliencia, en este sentido, se posiciona como una habilidad crítica para sobrevivir… y prosperar.
Este enfoque está basado en el artículo “Professional Resilience: How to Burn Bright Without Burning Out” de IBTM World, que profundiza en estrategias clave para mantener tu bienestar y desempeño sin perder el ritmo en tu carrera.


¿Por qué es relevante hablar de resiliencia hoy?
Según el Global Wellness Institute, el 52% de los trabajadores a nivel global reportan sentirse agotados por el ritmo laboral. En sectores como el de los eventos, donde la intensidad es constante, esta cifra puede ser aún mayor. La Organización Mundial de la Salud incluso reconoció oficialmente el burnout como un fenómeno laboral en 2019.
El estrés como oportunidad de cambio
En la industria de los eventos, el estrés es parte del trabajo, pero eso no significa que necesariamente conduzca al agotamiento. Según Mike Ford, fundador de Grateful Lemon, el burnout suele ser el resultado de presiones acumuladas con el tiempo. Sin embargo, existen maneras de tomar el control antes de que la situación se agrave.
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Reconocimiento de señales tempranas de estrés, a través de la identificación de patrones de agotamiento o irritabilidad, para intervenir antes de que se conviertan en un problema mayor.
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Prácticas diarias de gratitud, como cambiar el enfoque de expectativas hacia la apreciación, lo que puede reducir la tensión emocional y promover una visión más positiva del entorno laboral.
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Hábitos matutinos conscientes, como beber agua con limón o anotar motivos de gratitud, recomendados por Mike Ford para fortalecer la resiliencia y establecer un tono mental positivo desde el inicio del día.
Entornos laborales que protegen la mente


En un mundo híperconectado, las notificaciones constantes y la cultura del “todo para ayer” han erosionado nuestra capacidad de concentración. Para contrarrestarlo, muchas empresas han comenzado a implementar:
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“Focus Fridays” y “No-Meeting Mondays”, prácticas cada vez más comunes en empresas de innovación y también aplicables a agencias de eventos.
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Restricciones tecnológicas durante ciertas horas del día para proteger el tiempo de concentración.
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Límites en herramientas como Slack, restringiendo su uso fuera del horario laboral.
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La adversidad como motor de crecimiento
El experto en resiliencia Bo Krüger defiende una visión antifrágil: en lugar de resistir el estrés, se trata de usarlo como catalizador. Desde experiencias difíciles en su infancia hasta competencias de ciclismo extremo, Krüger descubrió que la resiliencia no es un don, sino una habilidad entrenable.
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Fomentar equipos antifrágiles implica cambiar la narrativa del error: de fracaso a aprendizaje.
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Crear una cultura donde la vulnerabilidad sea bienvenida permite que los equipos evolucionen más rápido.
Improvisar no es un lujo, es una necesidad


La improvisación es una herramienta crítica en la gestión de eventos. Tal como en la comedia, aplicar la técnica del “sí, y…” permite a los equipos mantener el flujo de ideas, adaptarse en tiempo real y responder con creatividad ante lo inesperado.
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Fallos técnicos en eventos híbridos pueden transformarse en momentos memorables si el equipo actúa con rapidez y creatividad.
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La seguridad psicológica dentro del equipo es clave para resolver problemas sin miedo al error.
Redefiniendo la resiliencia en la industria de eventos
Es hora de dejar atrás el agotamiento y abrazar el rendimiento sostenible. Este año, haz de la resiliencia la base para tu crecimiento personal y profesional. Así, no solo liderarás tu propio camino, sino que inspirarás a toda tu red a brillar intensamente en lugar de apagarse.
La resiliencia ya no es solo un atributo deseable: es una necesidad profesional. En lugar de ver el estrés como enemigo, el reto está en transformarlo en motor. Porque cuando aprendemos a brillar sin quemarnos, no solo cuidamos nuestra salud, sino que también inspiramos a nuestros equipos, clientes y colegas a hacer lo mismo.
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