En la materia de biología nos hablaron del proceso de adaptación de las especies como parte de su evolución. Y hoy este concepto está más que vigente ante la nueva realidad que trajo consigo la pandemia causada por el COVID-19, ya que nos hemos tenido que adaptar a las nuevas circunstancias y evolucionar para poder sobrevivir.
Desde entonces no hay ser humano que no haya padecido de los estragos de esta enfermedad, ya que hemos tenido que cambiar nuestros hábitos diarios. El proceso ha sido diferente para todos, pero al final hemos atravesado por un duelo, que de acuerdo con la psicóloga y tanatóloga Araceli Bello no es más que un proceso de adaptación emocional ante una pérdida, la pérdida en este caso, de la vida como la conocimos hasta hace unos meses.
Es ya sabido que la Industria de Reuniones ha sido uno de los sectores más afectados por esta contingencia dada su naturaleza de concentrar multitudes en un mismo espacio-tiempo con un mismo fin, quizás para algunas empresas o profesionales del sector el proceso de duelo ha sido más complejo que otros, por eso quisimos profundizar en el tema del duelo, para entenderlo, asimilarlo y superarlo, a nivel personal y/o empresa.
Araceli Bello señala que el duelo propuesto Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra y escritora de origen suizo a finales de la década de los sesenta, consta de cinco etapas, cada una con particularidades muy específicas que conforme se van viviendo se va a avanzando hacia la recuperación; si bien se estima que puede tardar entre seis meses y un año, lo cierto es que de acuerdo con Araceli existen indicadores que denotan si aún se está en ese proceso o en determinada etapa, y también sirven para reconocer si se está viviendo de manera sana o si es necesario acudir a un especialista.
Las 5 etapas:

La negación es la primera etapa de duelo y como su nombre lo dice se niega la situación en la que se vive, la persona afectada evita hablar del tema, e incluso como parte de esta fase sigue con su rutina, se aísla o distancia de las personas justamente para evitar sufrir y estar en contacto con sus emociones. Desde un punto de vista empresarial señala la psicóloga, las compañías se niegan a aceptar la posibilidad de que puedan desaparecer o que tienen que modificar los perfiles de puesto, porque están seguras de que volverán a operar como lo hacían antes.
Después de la negación, surge la ira como segunda etapa, y las actitudes como la rabia, hostilidad y el resentimiento se hacen visibles. Las empresas en esta parte del proceso pueden envidiar por ejemplo, el hecho de que otras actividades estén operando antes que la suya. Adicionalmente se buscan culpables y se puede ser muy irritable. Si se reconoce que se está en este período, la Doctora Bello sugiere buscar personas que colaboren en hacer un plan de acción de inmediato.

Pasadas las dos primeras fases viene la negociación, donde se hace un pacto para enfrentar esa culpa que se puede llegar a sentir, y se tiene facultad de discernir si esa culpa es real o imaginaria, entre lo que estuvo en las manos poder resolver y lo que no, asumiendo que hay acciones que no se pueden controlar. En ese sentido, las empresas se plantean por ejemplo, el hecho de poder cerrar temporal o definitivamente sabiendo las implicaciones y daños económicos que pueden repercutir en la compañía o en su equipo. Es aquí donde se plantea también la posibilidad de lo que se puede o no hacer ante lo que se está viviendo y donde además de pueden empezar a replantear nuevas metas.
Araceli Bello insta a que durante la etapa de negociación se tengan metas a corto plazo y de hacer uso de la resiliencia, que no es más que aprender del fracaso y de la frustración, y en el caso de una empresa preguntarse cómo puede se agregar valor al mercado.
“De hecho funerarias como Gayosso, implementaron funerales a través de ZOOM por ejemplo u otras plataformas, que quizás en otro momento de nuestras vidas diríamos ‘¿qué?’ pero hoy lo necesitamos para cerrar ese ciclo y ahí está la tecnología para aprovecharla”.

La depresión forma parte del proceso de duelo, y en este cuarto lapso es cuando por fin se aterriza en la realidad. Aquí la persona afectada ya se permite tanto en cuerpo y mente que salgan todos los aspectos afectivos, cognitivos y sociales; empieza a dejar que otros se acerquen, comienza a escuchar y aceptar que ya no está lo que se perdió, adicionalmente empieza a sentir una sensación de vacío.
Si una empresa decide terminar, debe lograr ese cierre con sus colaboradores, hablando con la verdad y de no hacer falsas promesas, así como dejar claras las condiciones que se tendrán para hacer la liquidación.
“Hay empresas que cuando va a liquidar personas, las acompaña un consultor que les puede dar un taller que va muy enfocado, dependiendo del giro de la empresa, a hacer este cierre y ayudarles a qué hacer, a dónde invertir, o cómo pueden cuidar el dinero que van a recibir, hay que darles motivos, para que sigan en su carrera profesional, hacerles saber que no dependen al 100% de la empresa, y que se sientan orgullosos del trabajo que hicieron o de la empresa que construyeron”.

Posteriormente en la aceptación, la quinta y última etapa del proceso de duelo al fin se llega a la conclusión de que “nada es para siempre” y en retrospectiva se mide la magnitud de la situación que aunque pareciera negativa, se puede aprender de ella. Se hace un balance general entre lo que se perdió y lo que significó y lo que se queda para volver a empezar.
Si una empresa cerró, es importante que el empresario se quede con la tranquilidad de que puede replantearse metas, nuevos proyectos, que puede ser creativo para empezar construir.

También lee: ¿Padeces Burnout? Síndrome de quemarse en el trabajo
¿Cómo reconocer “el duelo” en una empresa y qué hacer?
La experta en tanatología señala que existen indicadores en el caso de una compañía que develan si ésta todavía está “en duelo” y pueden ver reflejados en los ingresos, en el clima laboral, en las renuncias, en los conflictos entre los colaboradores, en la intolerancia, de ahí que sea importante reconocer si una empresa sigue en este proceso y si lo está viviendo de una manera insana para actuar en consecuencia.
A sugerencia de Araceli Bello, las compañías pueden ser más resilientes y lograr más pronto su superación al duelo, revisando su misión, visión y valores para que puedan retomar su camino. También insta a preguntar, a reunirse con el equipo para encontrar más y nuevas soluciones o propuestas, revisar lo que hacen los negocios de la competencia o lo que hacen otras empresas que no son del mismo giro para saber cómo le están dando vuelta a la situación.
“La vida se vive en gerundio, haciendo, entonces es como voltear a ver esos motivos, para comenzar a hacer.”
Finalmente la psicóloga invita a atender la salud emocional ante una situación tan compleja como la pandemia; es importante identificar cambios en la actitud y en la conducta de manera individual y reconocer como está afectando para saber si el duelo se vive sanamente. Sin embargo, si el miedo es un sentimiento recurrente puede ser un indicador de que se necesita ayuda.