Mucho se ha hablado de los eventos como los congresos, las convenciones y las exposiciones en tiempos de COVID-19, de cómo se han adaptado y encaminado ante la pandemia; pero, ¿Qué ha pasado con la “I” de MICE? ¿Y los viajes de los incentivo?
La industria de incentivos para poner el contexto representa para las compañías que las implementan grandes inversiones, pero también grandes beneficios: una sana competencia entre sus mejores colaboradores, un alto costo-beneficio, el alcanzar más metas y mejorar su desarrollo, mayor dedicación, lealtad, relaciones duraderas entre los miembros del equipo, mejora la creatividad e impulsa la productividad, aumenta las ganancias y da una mejor imagen de la empresa.
De acuerdo con un estudio realizado por Oxford Economics se estima que el valor agregado de los incentivos es de 22 mil millones de dólares, con un gasto por asistente promedio de $1,438 dólares; un cifra que es 12% más alta que el gasto promedio para todos los demás tipos de reuniones.
Por su parte SITE la máxima asociación de viajes de incentivos en el mundo a través de su Fundación de Investigación de Incentivos (IRF, por sus siglas en inglés) señala que el gasto por persona es aún mayor con un monto de $3,915 dólares, mientras que el índice SITE 2018 lo estimó entre $4,000 y $5,000 por persona dependiendo de la industria en la que se desarrollara.
Con la llegada de la pandemia la Industria de Reuniones de todo el mundo se paró, y ésta empezó reestructurarse y a hacer proyecciones a futuro considerando la contingencia sanitaria. SITE, no se quedó atrás y de hecho en abril realizó una encuesta para el sector que representa a través de IRF .
En ese sondeo sorprendentemente se develó que la gran mayoría de las empresas continuará reconociendo y recompensando el excelente esfuerzo de sus colaboradores. Así, casi dos tercios de los 250 encuestados señalaron que los programas de viajes de incentivos programados para la primera mitad 2020 se pospusieron para la segunda mitad de este año (37%), mientras que el 25% los desplazaron para el 2021. Y en general menos de una cuarta parte había cancelado por completo sus viajes de incentivo.
También durante la pesquisa se destacó que más del 70% de los encuestados que decidieron posponer sus actividades destacaron la necesidad de seguir premiando a sus empleados.
Mientras que dentro de la minoría que aseguró haber cancelado sus programas las tres cuartas partes de ese segmento decidieron sustituir sus recompensas y reconocimiento ya se con mercancías, tarjetas de regalo, efectivo, notas de agradecimiento o ceremonias virtuales de premiación. En general el 70% de los participantes en esta encuesta mantienen sus programas de recompensa y no cambiaron las reglas de quién califica.
La Head de eventos de SITE Global, Tahira Endean, señaló en una entrevista con Cevent que los viajes de incentivo seguirán siendo una parte importante de una estrategia organizacional si se está buscando mantener el alto rendimiento dentro de una empresa porque aunque un producto o un regalo puede significar un recuerdo, lo cierto es que no es lo mismo que crear una experiencia como la que se da en un viaje de incentivo.

A su juicio el sector esta en una pausa, pero las compañías no ha desistido de este tipo de programas, de hecho ya están buscando más para los próximos dos años, aunque ya se les está viendo operarlos en un nivel mucho más pequeño.
Aunque un viaje de incentivo es aún más físico y experimental que un evento o reunión per se, lo cierto es que Tahira Endean insta a aprovechar las plataformas virtuales para crear experiencias, de hecho hace unos meses celebraron el SITE Night Europe en donde los participantes tuvieron la oportunidad de hablar entre sí y de formar redes de grupos pequeños.
A su parecer hay oportunidades, ya que estamos viendo la edad de la tienda virtual emergente, donde las personas pueden usar su efectivo para entrar y elegir lo que quieren, pero también se pueden crear experiencias interactivas desde casa.
De hecho ponía como ejemplo el envío de una caja de comida al hogar del colaborador para que a través de ZOOM se pueda conectar con un Chef y éste le indique cómo crear un delicioso platillo, y de manera adicional tener una conversación con el CEO de su empresa. Y otro ejemplo más en el que el colaborador puede incluso recibir una video llamada con su celebridad artística o deportiva favorita, la cual se le uniría a distancia en una cena virtual.
Los eventos híbridos han existido desde hace más una década y para la Head de eventos de SITE Global estos no han cambiado mucho, pero desde su perspectiva estos deben ser significativos para los participantes, deben estar centrados en las personas y en los propósitos del evento, y además se debe pensar en la interacción que se pueda lograr en ellos para que la gente los acepte mucho más fácilmente.
Los viajes de incentivo, al igual que las otras actividades de la Industria de Reuniones han sobrellevado la pandemia; el adaptarse a las circunstancias, el ser creativos y no perder el foco los han mantenido a flote. Aunque la OMS aún no tiene un panorama claro de cuándo podría acabar la contingencia o si ésta algún día terminará pese haber encontrado alguna vacuna, lo cierto es que los incentivos no se han detenido del todo, al contrario han estado buscando alternativas y lo mejor que les ha pasado es que las compañías no están pensando en su mayoría prescindir de ellos, pues saben de antemano de los altos beneficios de obtienen de seguir implementándolos en sus filas laborales y seguramente más cuando se viene un período de reconstrucción de la economía.
También lee: Evitar la parálisis y volver a mover la rueda del incentivo