Todo cambio de paradigmas presenta una oportunidad y me parece que el relativo al nuevo orden institucional en México pudiera ofrecer alternativas interesantes para nuestra industria.
Por parte de la industria, se debe reconocer que lo anterior no es gratis del lado del sector, ya que éste se ha preparado como ninguno para hacer valer su contribución a la economía de México, y se ha organizado para seguir profesionalizando a sus integrantes y atraer, operar o albergar eventos en nuestros destinos. Contamos con un visible y reforzado COMIR, así como las organizaciones en lo individual que hacen un excelente trabajo especializado y focalizado en materia de educación, networking y generación de oportunidades de negocio.
En cuanto al contexto, el que existan (o estén por entrar) ya varios titulares de turismo en los Estados que provengan o hayan estado muy cerca de la Industria de Reuniones desde luego que nos asegura que se priorizará su atención en dichas entidades. Al menos, estamos hablando de la Ciudad de México, Tamaulipas, Zacatecas, Campeche, Yucatán y Guanajuato.
Algunos Estados están ocupándose de dimensionar la relevancia económica de la Industria de las Reuniones para así poder, con conocimiento de causa, diseñar las mejores políticas públicas para su atención. Así ya contamos con mediciones (diferentes ejercicios fiscales, misma metodología) para la Ciudad de México, Querétaro, Jalisco, Nuevo León, Estado de México y Baja California Sur.
Otro grupo de destinos para reuniones, a través de sus oficinas de convenciones, han enfocado ya sus baterías para alinearse con distintos clústeres industriales y comerciales para a través de los sectores económicos atraer eventos a sus instalaciones y atractivos.
En los últimos años, el CPTM echó a andar algunos mecanismos de involucramiento comunitario como lo es el Programa Nacional de Embajadores para Congresos o el Comité de Postulaciones para Eventos Internacionales que valdría la pena fueran aprovechados por los miembros de la industria en su conjunto.
No podemos olvidar tampoco que en México ya se lleva a cabo una de las plataformas especializadas más importantes de la región (IBTM Américas) que debemos reforzar y seguir utilizando como puente para conectar a los profesionales del sector en todo el continente.
Han arrancado nuevos Gobiernos tanto a nivel Federal como en diferentes entidades que, aunque con cambios profundos en los paradigmas, pueden presentar nuevos escenarios para nuestra industria, siempre y cuando «tomemos al toro por los cuernos” olvidemos esquemas paternalistas del pasado y seamos los conductores de ese futuro promisorio que se vislumbra.
Un ejemplo es el flamante Secretario de Turismo de la Ciudad de México, Carlos MacKinlay quien ha decidido reconocer a la nueva Asociación de Turismo de Reuniones de la Ciudad como interlocutor para atender un mercado tan relevante para la Ciudad; estoy seguro que, a nivel federal, la interlocución con el Secretario Miguel Torruco requerirá también que sea el propio sector el que diseñe su futuro para entonces contar con el apoyo de ese innegable conocedor de la actividad.
Como dice bien un exjefe hace falta que ante esta nueva realidad……”¡nos hagamos cargo!”