Sobre advertencia no hay engaño, y si bien hoy por fin se tiene la desagradable certeza de la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México. Una noticia sin duda preocupante luego que el sector de Turismo de Reuniones del país en conferencias y escenarios no solo habían destacado lo lamentable de esta decisión por parte del Presidente electo y su futuro Secretario de turismo Miguel Torruco.

Luego que este último se reuniera con Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones donde había prometido que se tomarían las decisiones más convenientes para la industria en tanto que con empresarios del sector leisure les había aseguró que el CPTM seguiría funcionando pero con una nueva estructura y así como con una mayor participación del sector privado.
Hoy por fin se confirmó la profecía, en la que aseguran será mucho más factible captar recursos del Ramo 21 del presupuesto federal, mismo que se ocupará como protección para la inversión y promoción en materia turística para que empresas de bienes o servicio puedan venir a México a presentar sus productos dentro de las expos y ferias del país, o en el mejor de los casos para promocionar nuestro país y sus diferentes destinos para albergar eventos internacionales una vez que se ha trabajado muy fuerte con respecto a la profesionalización del sector y la creación de infraestructura.

Nos enteramos con lastima y asombro que además de perder un excelente músculo de promoción reconocido internacionalmente, también se perderá algo aún peor, llamado éxito y continuidad. Esto, luego que Luis Alegre Salazar, Presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, diera por confirmada la extinción del CPTM.
Con lo que si bien la recaudación del DNI (Derecho de No Residente) que se le cobra a los turistas extranjeros por ingresar al país por vía aérea era del orden de 8,000 millones de pesos, de los que el 10 % eran destinados al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), 20 % al Instituto Nacional de Migración y el resto (70 %) eran dirigidos al CPTM.
El CPTM desaparecerá, a la par de las 46 oficinas de promoción turística en el exterior, incorporando así a las tareas de consulados y embajadas donde se tenga presencia, la realización de actividades que desempañaba el CPTM. Y en la que dichas oficinas de extensión diplomática, tendrán que promover comercialmente el país.

Y aunque se ha detallado que “se seguirá realizando la promoción del país, pero con un gasto más eficiente, aprovechando las embajadas de México en el Mundo”, mi pregunta es saber si será igual de especializada la información de la Industria de Reuniones que le proporcionará un embajador o un agregado cultural a los posibles clientes que aún y con todo esto, quieran presentarse o llevar a cabo un evento de carácter mundial en nuestro país. ¿Tendrán en el menor de los casos, el interés de saber la diferencia entre un congreso y una convención, una exposición B2B, B2C o si quiera promover un centro de convenciones de uno de exposiciones?
Lamentable por donde quiera que se vea, pues se ha decidido desaparecer un esfuerzo de MÁS DE UN SEXENIO y de mucha labor para GENERAR CONFIANZA. Pero sobre todo, del despido de personas que hoy ya comienzan su angustia por quedarse sin trabajo. A todas ellas, les deseamos una pronta integración a una fuente de trabajo.
Pues si bien hoy hay una amnistía para ladrones y evasores fiscales, pareciera que hoy un craso error lo ha representado trabajar, desarrollar y fortalecer un sector que hoy tendrá que retraerse, reagruparse y plantearse estrategias no solo para prevenirse del entorno en el que le tocará vivir, sino para defenderse del que alguna vez dijo ser “un aliado y amigo del sector, el progreso y el desarrollo”.