Conocido por ser uno de los eventos que mayor generación de turismo interno registra en la capital estadounidense, la toma de protesta y juramento presidencial En los Estados Unidos es el acto que no solo que despierta y despertará el mayor furor norteamericano luego de la toma violenta de las instalaciones de la Casa Blanca por parte de grupos de derecha alentados por el presidente saliente Donlad Trump, así como por los partidarios del presidente electo.
Y es que si bien Washington se encontraba bajo protocolos de bioseguridad por el coronavirus, el sector turístico esperaba generar un mínimo de dividendos aún y con las restricciones de ocupación en los hoteles por parte de las autoridades de gobierno y de salud del país, luego de que miles de militantes y simpatizantes de Joe Biden, presenciaran el acto protocolario de juramento del presidente número 46 de los Estados Unidos.
Posibilidad que sin duda se ha desvanecido tras la invasión y ataques al capitolio, afectando nuevamente al turismo de la capital americana, pues en anteriores ceremonias presidenciales, miles de residentes y turistas de diferentes partes del país, así como medios internacionales, arriban a Washington DC, para seguir la toma de protesta del nuevo presidente en las escalinatas de la Casa Blanca, soportando para ello temperaturas gélidas, para posteriormente disfrutar de los icónicos históricos y culturales que alberga Washington DC como el gran obelisco o el Monumento a Abraham Lincoln localizado en el extremo al Oeste del National Mall así como los diferentes museos que ofrece este destino como el Smithsonian, Museo Nacional del Aire y del Espacio, el National Museum of African American History and Culture o el Newseum, lo mismo que las diferentes galerías de arte así restaurantes internacionales.
Por lo que la ocupación hotelera pensaba verse medianamente beneficiada antes de la toma de protesta, desde zonas como Maryland y hasta Virginia, debido a la variada demanda hotelera que ofrece su área metropolitana. De esta forma con tasas de ocupación del 97 % en 2009, en lo que fuera la toma de protesta de Obama, con tarifas diarias promedio de $599 dólares. En tanto que durante la de Trump en 2017, fueran del 95 %, con tarifas de $708 dólares diarios promedio, con una estancia mínima de tres noches y una mayor de cinco noches, según datos de Destination DC.
Actualmente, si bien las condiciones se esperaban complicadas para albergar un mínimo de hospedaje en los hoteles de la capital. Para el próximo 20 enero esta pequeña luz en el turismo de Washington ha sido completamente apagada, luego de contarse incluso con la organización de un desfile virtual y un festejo sin público. Pues se ha comenzado a recomendar a los partidarios de Biden y resto de ciudadanía en general que asiste a presenciar este acto a «abstenerse de viajar a Washington DC y a celebrar desde casa el triunfo de su candidato”.
Algo que ha cambiado drásticamente luego del ataque extremista a la Casa Blanca, por lo que Muriel Bowser, Alcaldesa de Washington DC, se encuentra instando a los estadounidenses a que eviten visitar la capital del país, algo que los gobernadores de Maryland y Virginia apoyan luego de ser testigos de los lamentables actos a cargo de los simpatizantes de Trump. Algo que sin duda afectará aún más a los ya de por sí, tibios eventos turísticos que se tenían pensado realizar con los debidos procesos de bioseguridad y protocolos.
Entre las órdenes implementadas hoy por la Alcaldesa de Washington DC se encuentran:
El paro total de actividades en la capital previa en las actividades de la toma presidencial (20 de enero) desde el 12 y hasta el viernes 22 de este mes. Lo que representa el cierre de restaurantes, museos y bibliotecas, la ruta del DC Circulator National Mall y el Departamento de Parques y Recreación.
A este respecto Elliott Ferguson, Presidente y CEO de Destination DC ha destacado:
“La inauguración es típicamente un impulso a para la economía de DC, pero dada la pandemia actual y las amenazas a la seguridad, así como el cierre de los restaurantes, los museos y las atracciones en el interior, esperamos que la disponibilidad de hoteles se mantenga y su impacto económico sea menor«, refirió Ferguson.
Asimismo, el National Park Service anunció que cerraría los monumentos en Washington hasta el 24 de enero y posiblemente más, «en respuesta a amenazas tangibles para los visitantes y los recursos del parque«, y señaló que también podría «instituir cierres temporales del acceso público a carreteras, áreas de estacionamiento y baños dentro del National Mall y Memorial Parks”.
De igual forma, los tres aeropuertos principales de Washington DC también están reforzando sus medidas de seguridad, en conjunto con la Transportation Security Administration quienes se encuentran en alerta máxima, mientras que los hoteles se encuentran también revisando sus procedimientos de seguridad, algo que no es inusual para los hoteles de DC, particularmente cuando hay un evento de este tipo.
Por su parte el Vicepresidente de comunicaciones corporativas globales de Hilton, Nigel Glennie, expreso que:
«Los hoteles como Capital Hilton quienes se encuentran en excelentes ubicaciones, lo que los coloca cerca de la Casa Blanca y otros sitios, es probable que se conviertan en puntos de congregación para celebraciones o protestas«, y agregó que los equipos de esta cadena tenían mucha experiencia en la protección de los huéspedes”, sostuvo.
A esto mismo y luego de admitir que AirBnB emitió un plan de siete pasos sobre cómo revisaría las reservas para el área metropolitana de DC para excluir o cancelar las reservas de cualquier individuo identificado como asociado a grupos trumpistas de odio o que hayan participado en el ataque al Capitolio. Y destacó – Airbnb – que iría más allá y cancelaría todas las reservaciones para DC durante la semana de toma de protesta del próximo presidente de los Estados Unidos, Joseph Robinette Biden Jr., mejor conocido como Joe Biden.