A medida que algunas economías mundiales retornan a sus operaciones, han comenzado a surgido desacuerdos en cuanto al modo de volver al trabajo. Y es que varios grupos se resisten a los planes de retornar a la oficina.
Por lo que varias empresas se manifiestan como ‘muy decepcionadas si la gente no ha encontrado la forma de volver a la oficina’. «Si eso pasa, tendremos otro tipo de conversaciones«, han comentado los líderes empresariales. Destacando que: «Si pueden ir a un restaurante pueden ir a la oficina«.
Mientras que los empleadores empiezan a desvelar sus perspectivas de trabajo post-pandémico, en tanto han comenzado a seguir movimientos de resistencia por parte de empleados que desean mantener los privilegios del trabajo desde casa.
Y es que puede que los empleados sientan que ya han demostrado que pueden ser productivos en casa y que las razones de las empresas para regresar al trabajo presencial no son lo suficientemente válidas para ellos.
Establecer patrones futuros de trabajo que satisfagan a todas las partes será un proceso complejo.
Un arma de doble filo que generará dividendos para las compañías; que de no hacerlo, los empleados podrían encontrar mejores opciones trabajo, y bien podrían marcharse.
En una encuesta reciente realizada en Estados Unidos mostró que el 44 % de las personas que trabajaban desde casa en enero de 2021, querían continuar con ese mismo esquema porque les beneficiaba; el 39 % respondió que preferían volver a la oficina, y el 17 % expreso querer seguir trabajando remotamente debido al coronavirus.
Pues en general, los teletrabajadores destacan no tener que trasladarse al trabajo como una de las grandes ventajas, así como tener más margen para equilibrar el tiempo con la familia, el ocio y el trabajo.
De esta forma, muchos empleados asumieron que, una vez introducido, el trabajo remoto prevalecería, y algunos incluso optaron por mudarse a otras ciudades por esta razón.
Esto pasó en parte porque a las empresas les tocó actuar rápido y poner en práctica transiciones urgentes. E incluso, algunos empleadores enviaron señales que sugerían que el cambio sería de largo plazo.
Actualmente, a causa de un retorno más inminente al trabajo presencial, muchas empresas están discutiendo sobre un futuro «híbrido» que combine horas en la oficina así como el trabajo remoto.
Quedado claro que no todos están contentos con tener que volver a sus escritorios. Y donde muchos perciben que han demostrado adaptabilidad al trabajo remoto desde el inicio de la pandemia y el experimento ha sido un éxito, incluidas posiciones que los jefes previamente se habían resistido a aceptar, así como a cualquier tipo de flexibilidad previa al confinamiento.
Y muchas empresas, han subrayado los valores o la cultura de la compañía como la razón detrás del llamado al trabajo presencial.
Una de las creencias comunes es que el trabajo remoto obstaculiza la colaboración e innovación.
Y es que en esta última, a menudo surge de conversaciones espontáneas en la oficina. Pues existe también preocupación de que el modelo de trabajo remoto no funcione bien para los empleados más jóvenes o en puestos base que quieran aprender de sus colegas.
«Hoy en día, la gente valora un ambiente de trabajo en el que sienten que importan, y líderes que preguntan por sus opiniones”.
El consejo más importante sería: Flexibilidad
«Para volver a crecer, los líderes de negocios necesitarán entender lo que los empleados quieren realmente, además de crear planes y políticas que permitan mayor flexibilidad, así como ajustes personalizados.
«Antes de la pandemia, trabajar en la oficina tres días a la semana se hubiese visto como un gran cambio. Pero ahora la gente tiene opciones: otras organizaciones en el mismo espacio puede que ofrezcan ambientes de trabajo totalmente flexibles y remotos«.
En tanto, las áreas de trabajo especializadas en ventas, administración o recursos humanos, por ejemplo, son quienes han tenido menos probabilidad de trabajar de modo remoto en primer lugar, y esto puede hacer que tengan menos oportunidades de pasarse a ese esquema en el futuro.
En lugar de transmitir decisiones desde arriba, participar en la transparencia y el diálogo puede ser más útil para los empleadores, ya que establecen cómo será el trabajo después de una pandemia.
De esta forma, los trabajadores han adoptado la flexibilidad y la autonomía, encontrándose reacios a renunciar a ellas; sin embargo las decisiones con base a compartir opiniones y realizar innovaciones son mucho más rápidos y eficientes cuando de trabajo en forma presencial se refiere, por lo que el modelo HIBRIDO se lanza como la mejor opción de colaboración empresarial, en la mayoría de los casos.
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