Reducir al máximo los contaminantes acumulados durante las ferias y exposiciones se está estableciendo en la agenda de los organizadores de eventos como uno de los objetivos principales del sector global con respecto al cuidado del ambiente.

Enemigo entre muchos otros, el CO², este ha sido uno de los elementos que desde hace mucho años se ha buscado aminorar por medio del desarrollo de centros de convenciones con hoteles integrados, estaciones de metro con terminales de específicas que permiten acceder directamente a los asistentes al mismo venue así como el desarrollo de una infraestructura walking distance entre otras, nos habla de una concientización del problema por parte de la Industria de Reuniones ya desde hace algunos años.
Donde con el paso del tiempo – y porque no -, con la pandemia la generación de residuos y contaminantes se ha ido incrementando en cualquiera de los rubros que abarca el sector MICE, al grado que cada actividad de este rubro como de la vida cotidiana presenta efectos en el medio ambiente que solo cada uno de nosotros, puede evitar con un poco de conciencia, ganas de cooperar y de apoyar a quienes se encuentran enfrascados en la lucha contra este también llamado, mal de la industrialización y modernidad.
Con base en ello, hoy, en un momento más que crucial para transformar el sector y ayudar a mejorar nuestro medio ambiente, resulta imperante considerar elementos, procesos o dinámicas que colaboren a disminuir lo más posible los contaminantes en una exposición, un congreso, una convención o un viaje de incentivo.

En ese sentido, desarrollar o definir como evento sustentable a aquel en el que se incluyen criterios ecológicos para mantener el desarrollo sostenible del planeta, minimizando los impactos negativos de este, va más allá de cambiar las botellas de plástico por jarras de agua, la eliminación del papel o el reciclaje del gafete. Por lo que los organizadores de eventos deben pensar que el desarrollo de su evento repercute en dimensiones de tipo ambiental, social y económica en el proceso sostenible del planeta, donde por su puesto su evento puede ser un factor de cambio para todos brindando capacitación, conocimiento y una concientización de la sustentabilidad dentro de un evento, pero aplicables en los diferentes entornos de sus asistentes o participantes.
Green Meetings
Desde luego, con la pandemia las opciones para organizar eventos se diversificaron, donde lo híbrido y lo virtual lograron disminuir algunos procesos, costos y emisiones en los traslados, los residuos de alimentos y bebidas, así como una buena parte de los costos en publicidad, banners y folletería.

Sin embargo, esto muchas veces no es posible debido a la naturaleza misma del evento en cuestión, como son las ferias y exposiciones, de las que cabe destacar, la Revista Internacional de Estudios Ambientales, señaló que en 2021 las emisiones en los eventos de tipo presencial fue 66 veces mayores a las del evento en sí, debido a la transportación.
Bajo esta nueva perspectiva, vale la pena subrayar un efecto igual de importante como lo es la responsabilidad social, el cual sin demeritar la calidad de los mismos, promueve y permea la economía local, logrando un efecto catalizador en las sociedades y culturas de la zona o la región, considerando acciones y elementos como:
Recursos y residuos. Actualmente, la tecnología puede evitar el uso del papel en la impresión de listados, invitaciones, acreditaciones, planes, hojas de control y otras que pueden emitirse de manera electrónica o bien evitar imprimir más de lo necesario y utilizar ambos lados de las hojas para reducir el papel utilizado. Así como utilizar contenedores diferenciados para recolectar distintos tipos de basura dentro del evento.
Agua. El agua se debe cuidar a toda costa y evitar su desperdicio en las cocinas y sanitarios. Por ello es importante usar llaves con temporizadores y revisar que no haya goteras. El agua para beber puede tenerse en recipientes como jarras y utilizar vasos, en lugar de agua en botellas de plástico, que aumenta el desperdicio de plástico.

Energía. Reducir el uso de energía durante el evento puede ser relativamente sencillo; es decir; realizar actividades al aire libre cuando el clima lo permita, y elegir lugares con luz y ventilación naturales siempre será una excelente opción. Cuando se trate de lugares cerrados, se puede usar iluminación de bajo consumo, así como una climatización programada de acuerdo con una temperatura y humedad adecuados, además de usar equipos eficientes en el uso de la energía. En el caso de la iluminación por LED, esta durará más de 20 años, consume menos energía que un foco ahorrador o tradicional, no contiene químicos tóxicos y es reciclable.
Movilidad. Muchas veces el transporte al lugar del evento no depende del organizador, pero cuando esto sea posible, se debe procurar la transportación colectiva y eficiente con el uso de autobuses al lugar del evento. O bien coordinar viajes conjuntos a la sede para reducir las emisiones contaminantes. También es importante que los organizadores se aseguren que exista la facilidad de acceso a personas siegas o apoyadas por un perro guía (binomios) los cuales están perfectamente adiestrados para guiar a sus acompañantes, así como hacer sus necesidades, lo mismo que instalar rampas, señalética en braille, elevadores y señalizaciones adecuadas en el lugar del evento.
Servicios de apoyo. Privilegiar la contratación de empresas que cuenten con certificados ambientales y de calidad, así como de gestión socialmente responsable. En cuanto al desarrollo de servicios de decoración, utensilios o catering, destacando sus métodos sustentables de abastecimiento, preparación, servicio y reutilización de desechos.
Alojamiento. Se deben recomendar hoteles cercanos y cuya administración se preocupe por cuestiones ambientales, con bajo consumo de energía e iluminación, aislamiento térmico, equipos de consumo eficiente de agua, cambios flexibles de ropa de cama y toallas, gestión adecuada de residuos y utilización sensata de productos químicos para limpieza de sus blancos.
Comunicación. Los organizadores deben procurar que la comunicación y difusión del evento sea apoyada en medios electrónicos y digitales, los cuales apoyan desde luego el ahorro de papel.
Regalos y materiales. Los regalos promocionales pueden ser una buena forma de mostrar a los participantes las preocupaciones de los organizadores en la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, por lo que se puede optar por regalos fabricados con materiales reciclables y/o reciclados, eco-amigables y con poco impacto con el medio ambiente. Además de evitar también el uso innecesario de envolturas, bolsas y plásticos de un solo uso.
De esta forma los eventos más allá de ser sostenibles serán más responsables en un proceso que ya es más que moda, y sí una tendencia. Ya que realizar este tipo de eventos no solo reduce el impacto ambiental, sino que concientiza al público y demás empresas participantes sobre la necesidad de conservar el medio ambiente y los recursos de manera responsable, dejando un legado benéfico para la comunidad y los públicos involucrados.
¿Y tú, qué medidas ya estás implementando en tus eventos?